La Dieta Dukan es un plan de pérdida de peso rico en proteínas y bajo en carbohidratos que ha ganado notoriedad por sus fases restrictivas y sus rápidos resultados. Si bien promete una pérdida de peso espectacular, una mirada más cercana a la ciencia y los resultados del mundo real revela preocupaciones importantes sobre su sostenibilidad, adecuación nutricional y riesgos potenciales para la salud.
Cómo funciona la dieta Dukan
La dieta avanza a través de cuatro fases distintas:
- Fase de ataque: La proteína pura se consume hasta por 7 días, lo que restringe severamente los carbohidratos y las grasas. Esta fase está destinada a iniciar una rápida pérdida de peso, pero está desequilibrada desde el punto de vista nutricional.
- Fase de crucero: La ingesta de proteínas sigue siendo alta, pero se agregan cantidades limitadas de vegetales sin almidón. Esta fase continúa el énfasis en las proteínas, con algunos nutrientes añadidos.
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Fase de consolidación: Esta fase introduce pequeñas porciones de frutas, pan integral, queso y alimentos con almidón. El objetivo es reintroducir gradualmente los alimentos manteniendo la pérdida de peso. La progresión de la dieta a través de esta fase es la siguiente:
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Primera mitad: 1 porción de fruta al día (excluidos plátanos, higos, cerezas y uvas), 2 rebanadas de pan integral al día y 1,5 onzas de queso de corteza dura.
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Segunda mitad: 2 porciones de fruta al día (excluidos plátanos, higos, cerezas y uvas), 2 rebanadas de pan integral al día, 2 porciones (taza cocida) de alimentos con almidón a la semana y 2 comidas de celebración a la semana.
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Fase de Estabilización: Esta se debe seguir de por vida, sin restricciones alimentarias pero con la exigencia de tres reglas: 3 cucharadas de salvado de avena al día, un día de “Proteína Pura” a la semana y priorizando la actividad física.
¿Funciona realmente la dieta Dukan?
Cualquier dieta que cree un déficit calórico significativo resultará en una pérdida de peso, y la Dieta Dukan lo logra restringiendo grupos enteros de alimentos. Los estudios han demostrado que las personas que siguen la dieta pueden perder peso rápidamente; un estudio de 2015 informó una pérdida promedio de 33 libras en mujeres durante 8 a 10 semanas. Sin embargo, esta rápida pérdida se debe en gran medida a una restricción calórica extrema: el mismo estudio encontró que las personas que hacen dieta consumían tan solo 888 calorías por día en la fase inicial.
Este nivel de restricción no es sostenible a largo plazo. La historia muestra que las dietas que dependen de limitaciones severas rara vez se siguen indefinidamente, y la recuperación de peso es común. La dieta también puede provocar mejoras a corto plazo en los niveles de azúcar y lípidos en la sangre, pero estos efectos están relacionados con la restricción calórica más que con la dieta en sí.
Preocupaciones y riesgos de seguridad
La Dieta Dukan plantea varios riesgos para la salud debido a su naturaleza extrema. Un estudio de caso de 2014 informó sobre una mujer hospitalizada con cetoacidosis, una condición peligrosa causada por una deficiencia de glucosa, mientras estaba a dieta. Si bien es poco común, esto ilustra el potencial de complicaciones graves.
Los efectos secundarios más comunes incluyen mareos, irritabilidad, dolores de cabeza, fatiga, hambre, niveles bajos de azúcar en sangre y estreñimiento. El estudio de 2015 también encontró que las personas que hacían dieta tenían deficiencia de nutrientes vitales como vitamina C, potasio, calcio y folato, mientras consumían proteínas, fósforo y sodio en exceso.
La Dieta Dukan no se recomienda para niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni para personas con problemas de salud preexistentes. Su naturaleza restrictiva la hace inadecuada para quienes requieren un enfoque nutricional equilibrado y sostenible.
El resultado final
La Dieta Dukan es una solución a corto plazo que prioriza la pérdida de peso rápida sobre la salud y la sostenibilidad a largo plazo. Si bien puede producir resultados rápidos, sus restricciones extremas, desequilibrios nutricionales y posibles efectos secundarios la convierten en una estrategia arriesgada e ineficaz para un control de peso duradero. Los enfoques basados en evidencia que se centran en una nutrición equilibrada y cambios sostenibles en el estilo de vida son mucho más confiables y seguros.




























