La industria de la salud de EE. UU. se prepara para un 2026 volátil, marcado por una creciente frustración pública, prioridades cambiantes y una obstinada resistencia al cambio fundamental. Si bien algunos sectores prosperarán, otros flaquearán a medida que el sistema enfrente presiones de costos, disrupciones tecnológicas e ineficiencias profundamente arraigadas.
El descontento que se avecina
La insatisfacción de pacientes y médicos está llegando a un punto de ebullición. El aumento de la deuda médica, la facturación sorpresa y los procesos de seguros opacos están provocando la indignación pública. Al mismo tiempo, los profesionales de la salud enfrentan salarios estancados, presiones corporativas y agotamiento, lo que genera un descontento generalizado. Esta tensión obligará a los líderes a enfrentar decisiones difíciles: abordar problemas sistémicos o correr el riesgo de una mayor erosión de la confianza y la moral de la fuerza laboral.
La combustión lenta de la IA
La inteligencia artificial continuará su rápida adopción en la atención sanitaria, pero su impacto será desigual. Si bien la IA sobresale en tareas como el dictado automatizado, las aplicaciones más amplias enfrentarán obstáculos. Los sistemas heredados, los procesos arraigados y las soluciones sobrevaloradas ralentizarán el progreso. El mercado también verá un aumento de ofertas infladas de IA, impulsadas por capital de riesgo, lo que creará falsas expectativas y obstaculizará la innovación genuina.
La prevención ocupa un lugar central
El movimiento “Make American Health Again” y la creciente popularidad de la medicina para la longevidad y el estilo de vida impulsarán la prevención hacia la corriente principal. Los servicios de pruebas directas al consumidor y las tendencias de biohacking ganarán terreno a medida que los pacientes busquen alternativas a la atención tradicional. Sin embargo, este cambio también corre el riesgo de dividir el panorama de la atención sanitaria, enfrentando la medicina convencional a los enfoques holísticos en lugar de integrarlos.
La revolución del GLP-1 continúa
Los fármacos GLP-1 seguirán siendo una fuerza dominante en el control del peso y más allá. Los datos del mundo real reforzarán su eficacia, pero también revelarán posibles problemas de seguridad. La creciente accesibilidad de estos medicamentos a través de la telemedicina y la caída de los precios en efectivo acelerarán aún más su adopción, mientras que las formulaciones de próxima generación prometen resultados aún mayores.
Medicare Advantage sigue siendo esencial
A pesar de las críticas, Medicare Advantage seguirá expandiéndose como una opción asequible para las personas mayores que no tienen acceso al Medicare tradicional. Si bien existen fallas, la alternativa –una costosa combinación de las Partes B y D de Medicare y un seguro complementario– es insostenible para muchos. El hecho de que el Congreso no aborde estas desigualdades garantizará que Medicare Advantage siga siendo una red de seguridad vital.
Consolidación y decadencia
Los planes de salud y hospitales más pequeños enfrentarán una presión cada vez mayor a medida que los actores nacionales y regionales se consoliden. La manipulación de precios, los cambios en los modelos de reembolso y el aumento de la utilización generarán dificultades financieras, lo que conducirá a fusiones y adquisiciones. La tendencia favorece a las organizaciones grandes y bien capitalizadas, dejando a las entidades más pequeñas luchando por sobrevivir.
Las OPI de salud digital continuarán
Después de un aumento en 2025, las OPI de salud digital persistirán a medida que las empresas de capital de riesgo busquen salidas. Si bien algunas empresas prosperarán, otras se enfrentarán a liquidaciones o fusiones. El mercado seguirá siendo volátil, con valoraciones infladas y modelos de negocio insostenibles expuestos con el tiempo.
Farmacéutica y PBM bajo escrutinio
Los precios de los productos farmacéuticos y las prácticas de los administradores de beneficios farmacéuticos (PBM, por sus siglas en inglés) enfrentarán una nueva reacción pública. Los llamados a controles de precios y transparencia se intensificarán a medida que disminuya la confianza en la industria. El sector farmacéutico debe abordar estas preocupaciones de manera proactiva o correr el riesgo de una mayor erosión de la confianza del público.
Estancamiento legislativo
A pesar de las numerosas propuestas, una reforma sanitaria significativa seguirá siendo difícil de alcanzar. La polarización política y los intereses arraigados paralizarán el progreso y dejarán cuestiones sistémicas sin abordar. Es posible que agencias como CMS realicen correcciones regulatorias incrementales, pero es poco probable que se realicen cambios legislativos radicales.
La equidad en salud resurge
Después de un período de declive, las iniciativas de equidad en salud tendrán una modesta recuperación. Resurgirá el interés empresarial por abordar las disparidades, impulsado tanto por consideraciones éticas como por oportunidades comerciales. Sin embargo, algunos esfuerzos pueden seguir siendo superficiales y priorizar los logros a corto plazo sobre un cambio sistémico genuino.
En conclusión, 2026 será un año de contradicciones en la atención sanitaria: innovación junto con estancamiento, crecimiento junto con declive y esperanza junto con frustración. El sistema seguirá evolucionando, pero sus defectos fundamentales persistirán a menos que se adopten un liderazgo audaz y reformas sistémicas.
