La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la primera píldora diaria, Addyi, diseñada para tratar el trastorno hipoactivo generalizado adquirido (AGHD, por sus siglas en inglés) (bajo deseo sexual) en mujeres que han pasado por la menopausia. Esto marca un cambio significativo en la forma en que se aborda la salud sexual de las mujeres, proporcionando finalmente una opción de tratamiento específico donde antes no existía.
Por qué esto es importante: un tema que se ha pasado por alto durante mucho tiempo
Durante décadas, la disfunción sexual femenina ha sido poco investigada y tratada en comparación con la salud sexual masculina. La falta de opciones aprobadas por la FDA ha dejado a muchas mujeres con recursos limitados, a menudo atribuyendo la disminución de la libido únicamente a la edad o a cambios hormonales sin explorar posibles intervenciones farmacológicas. Esta aprobación reconoce que el bajo deseo sexual en mujeres posmenopáusicas puede ser una condición médica distinta que merece tratamiento.
Cómo funciona Addyi: apuntando a la química cerebral
Addyi es un medicamento no hormonal que manipula los neurotransmisores del cerebro para aumentar el deseo sexual. Aumenta los niveles de dopamina y norepinefrina (sustancias químicas relacionadas con la recompensa y la excitación) al tiempo que disminuye la serotonina, que puede inhibir la respuesta sexual. Esto imita los procesos neurológicos naturales que ocurren cuando una persona experimenta interés sexual, pero restablece esas vías en mujeres cuya libido ha disminuido.
Según la Dra. Nanette Santoro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, los mecanismos subyacentes no se comprenden completamente, pero Addyi parece “preservar esa vía” cuando falla la estimulación natural.
El papel de la menopausia: más allá del deterioro hormonal
Si bien los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen durante la menopausia, los expertos enfatizan que los desequilibrios hormonales por sí solos no explican completamente la disminución de la libido. El Dr. Santoro señala que el simple hecho de reemplazar hormonas no necesariamente restaura el deseo sexual. Las actitudes sociales, los factores psicológicos e incluso el malestar físico (dolor durante las relaciones sexuales, problemas urinarios) pueden contribuir. La Dra. JoAnn Manson, de la Facultad de Medicina de Harvard, sugiere que si la causa fundamental no es principalmente fisiológica, Addyi puede ofrecer una solución viable.
Resultados de ensayos clínicos: modestos pero significativos
Los ensayos clínicos demostraron que Addyi era eficaz, aunque las mejoras fueron relativamente pequeñas, comparables a los resultados observados en mujeres más jóvenes con la misma afección. Aproximadamente el 40% de las mujeres experimentan una libido baja y esta aprobación amplía las opciones de tratamiento a las personas posmenopáusicas que anteriormente no tenían alternativas aprobadas por la FDA.
Riesgos y precauciones: una consideración seria
Addyi conlleva riesgos, como presión arterial peligrosamente baja y desmayos. Los pacientes con problemas hepáticos, aquellos que consumen alcohol cerca de la hora de acostarse o que toman ciertos medicamentos (antimicóticos, antivirales, medicamentos para la presión arterial, tratamientos contra el VIH) tienen un mayor riesgo. Sprout Pharmaceuticals recomienda esperar al menos dos horas después de beber alcohol antes de tomar Addyi, o evitar el alcohol por completo después de la dosis.
Superar las barreras al tratamiento
Históricamente, muchos médicos han dudado en hablar sobre la baja libido con mujeres posmenopáusicas debido a la falta de tratamientos disponibles y a la formación insuficiente en esta área. La aprobación de Addyi puede fomentar conversaciones más abiertas y una gestión proactiva de la salud sexual de las mujeres.
La Dra. JoAnn Pinkerton, de la Universidad de Virginia, señala que esta aprobación es crucial porque “las mujeres ahora tienen una manera de mejorar su salud sexual”. La Menopause Society proporciona una herramienta en línea para localizar proveedores de atención médica con experiencia en el tratamiento de mujeres posmenopáusicas.
Costo y disponibilidad
Addyi cuesta $298 por mes al por menor, pero los pacientes con seguro pueden acceder a él por $40 al año a través del programa de copagos del fabricante de medicamentos. Las opciones directas al consumidor a través de PHILRx ofrecen suscripciones mensuales por $149 o paquetes trimestrales por $297.
La decisión de la FDA de ampliar la aprobación de Addyi a mujeres menores de 65 años representa un importante paso adelante para reconocer y abordar el problema, a menudo pasado por alto, del bajo deseo sexual en mujeres posmenopáusicas, proporcionando una nueva vía para mejorar su calidad de vida.
